Ciudad de Santiago de Compostela, nombre dado en honor al Apóstol Santiago hermano del Señor, quien visito y evangelizó España.
Llamada entonces Hispania, donde pasé una larga temporada trasladándome a diversos lugares de la Península acompañado por la fiel y devota Ana, que estaba al servicio nuestro, en la Sede de Jerusalén atendiéndola.
Entusiasmada por la idea de partir a una misión lejana sentía verdadero interés por acompañarme en este viaje y procurarme así una estancia más llevadera cuidándome, pudiendo desarrollar mejor y con plena libertad la divulgación del mensaje evangélico.
Viajamos hasta aquí, no sin antes hacer varias paradas en la ruta, en distintos sitios del trayecto concertadas de antemano.
A la mínima ocasión cuando la oportunidad surgía, desembarcábamos y nos adentrábamos hacia el interior de la población para enseñar la palabra del Señor, dando lugar al conocimiento de la Verdad y atendiendo a los enfermos, hasta llegar a la Costa Oriental de este País, en donde tenía que cumplir la misión encomendada por Dios, “evangelizar España”.
Encontrándome de nuevo entre vosotros para finalizar lo que empecé hace dos mil años.
Entonces mi labor fue predicar en todo lugar, sembrando la semilla del Evangelio y ahora me toca recoger la cosecha.
En aquel tiempo, el Cielo me proporcionó un itinerario que recorrí en muchos lugares de la península, donde la gente estaba incivilizada y creía en dioses paganos y en otros puntos, adoraban al Padre Sol, como Galicia y en especial Santiago, Cabo Finisterre y su litoral incluida Noya, ya que era sumamente conocida en la antigüedad por la visita que hizo el Patriarca Noé.
Dichos sitios sentían verdadero fervor hacia el Astro Rey, lo adoraban y comprendían su inmenso poder y su real naturaleza y magnificencia. Llamándolo Padre de Luz y Creador “El Sol” y dando además culto a los muertos y agradecimiento a sus antepasados.
En la villa conocida hoy, como Santiago iba a orar dando gracias por las vicisitudes ocurridas en el día, a una pequeña iglesia románica que aún permanece debajo de la Catedral, junto a un cementerio que existía, llamado hoy en día “Plaza de la Quintana”.
Edificaron encima de la iglesia de estilo románico la actual Catedral, por los Grandes Constructores siendo uno de ellos el “Maestre Mateo”, famoso por plasmar la idea celeste en el Gran Pórtico de la Gloria mundialmente conocido que le coronó a la posteridad. Siéndole revelado el significado de éste, para poderlo manifestar en la piedra en forma de libro sagrado. Dándole el conocimiento al Apóstol y reconociendo el poder que tiene de pesar las almas y enviarlas a su destino final, a través del "Camino Estelar" o Vía Láctea. Unas para la Gloria Eterna y otras para el Purgatorio o Infierno. Esta era y es su labor además de ser el Ángel Exterminador.
Viene a ser como Anubis en el antiguo Egipto, quien pesaba las almas de los difuntos y las embarcaba a través del Nilo en su viaje final al más allá. Debo decir que ese dios caracterizado con cabeza de chacal, no era en realidad tal como lo han representado ya que su imagen es de un ser rubio y bello, pero le han dado esa forma, por su lugar de procedencia que es la Constelación del Can y también se le conoce como Guardián Celeste. En el pasado los egipcios se guiaban por el campo de estrellas o camino de ellas.
Creo haber dado un poco de luz, en la búsqueda por los más inquietos.