C R I S I S

C R I S I S

A todo el Gobierno y en especial al Presidente Zapatero les digo: que el discurso que se ha emitido por Televisión desde el Congreso ha sido lamentable y totalmente falto de ingenio, de propuestas efectivas y míseros recursos, para solucionar la grave crisis que tenemos encima. Ahora bien la Nación reconocerá que posee una la labia sorprendente y una verborrea desbordante, con una sonrisa cautivadora que atrae a todos aquellos que comulgan y participan de sus ideas brillantes. Y a los que no tienen ese honor se dejan alucinar por su verbo. No hay duda que así es, pero debo decir que la cordura y sensatez brilla por su ausencia, así como, el talante, del cual debe presumir todo gobernante, que se aprecie de ser un buen gestor para su pueblo.

A pesar de esta cualidad tan esencial, de la que carece, no posee el coraje de ser sincero y todavía no han sido capaces de reconocer la palabra “Crisis” no debe existir en el diccionario ya que no la cuentan o bien la excluyen por temor a perder la envoltura carismática que le han aconsejado que la mantenga contra viento y marea.

Sin embargo estamos hartos de oír palabras malsonantes que están fuera del alcance de personas conocedoras y conservadoras del idioma de la Real Academia y en cambio hay otras que quieren destacar y saltarse nuestra rica lengua, para decir burradas y mantenerse en ellas, como la palabra “miembras” y otras parecidas.

Dichas miembras del gabinete que no tienen otra cosa que hacer, que pasar el rato con estos desatinos fuera de lugar, en vez de trabajar en serio y ser responsables y admitir de una vez por todas que España va mal, pero que muy mal. Deberían de afrontar aunque les cueste enfrentarse a su propio orgullo y plantar cara a los problemas existentes y decir la verdad con humildad, de quien está obligado por el cargo que ocupa en hacerlo, ya que le corresponde a la máxima autoridad, que preside todo poder pero parece ser que carecen de ese gusanillo llamado sentido común.

Querido Zapatero hay un dicho que dice “menos palabras y más hechos” o bien “obras son amores y no buenas razones” porque las palabras sirven de poco sin embargo los hechos perduran, aunque a decir verdad en este tiempo del fin poco podrá ya hacerse, puesto que hemos entrado en un espacio corto de tiempo, así como, también será el mandato presidencial.

Insisto en recordaros una vez más que yo Jacobo, pediré vuestras culpas para poneros en el sitio que os merecéis.

El Eterno Mutante