SILENCIO DE
Hubo un tiempo que por boca de tus emisarios muchos corazones sentían tu aflicción y llanto, acudiendo a la llamada de amor y salvación, que con gran devoción se lo hacían suyo convirtiéndose y dejando su protección a tu Santa Persona, que con inmensa alegría gozaban de tu presencia. Siguiendo el buen camino obtenían tu gracia e intercesión divina en su arrepentimiento.
Este ser que ha rechazado todos los medios que tenía a su alcance, no merece existir. Puesto que prevalece su voluntad ante la del Padre Creador, renegando de El y haciendo lo que le viene en gana e incluso desafiándole.
El Eterno Mutante