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domingo, 17 de agosto de 2008

!QUE JUSTICIA ES ESTA!

¡JUSTICIA!

¿Qué resultados esperáis obtener cuando dictáis sentencias de tres mil años?, sabiendo perfectamente que no tiene cumplimiento dicha condena a tan largo plazo y ni siquiera puede alcanzar más de 100 años.


El hombre le es permitido llegar hasta los 90 años de edad como mucho y en algunos casos puede rebasarlos por razones muy especiales.


La existencia del ser humano no está concebida para tal privilegio longevo, ya que este don solo lo tienen los seres provenientes de las estrellas, que deben realizar un programa determinado en ayuda del hombre. Entonces alcanzan 800 o 900 años o más en este plano. Véase la Biblia “Génesis” Matusalén y otros mencionados en ella. Por lo tanto son inalcanzables dichas cifras astronómicas en los terrestres. Ya que la vida de éstos es ínfima comparada con civilizaciones avanzadas que la poseen.


Por consiguiente debo deciros que vuestro exagerado celo está con miras a impresionar al resto de los ciudadanos de una eficacia que no existe. Sin duda dando estas colosales cifras, conformáis a los que están pendientes de una severa y ejemplar sentencia, que luego no se cumple perjudicando a las victimas.


¿Qué pretendéis demostrar con estas formas de actuar? Sabiendo que su estancia será reducida y bien atendidos en un corto plazo de cárcel.


¿A caso sentís miedo a lo que pueda sucederos?


¿O bien os lo piden como favor especial aquellos que, deberían imponer la Ley?


Pues bien obrando así sólo conseguís que se envalentonen más, y que sigan con el acoso y derribo de sus victimas, con mayor contundencia que antes. Dichos criminales con vuestros procedimientos tan benévolos y poco acertados, suministrando consignas en clave, saben que en poco tiempo serán libres y alardean de ello.


De manera que es poco eficaz darles a esta escoria de la sociedad, unos miramientos que están por encima de los demás reclusos. Siendo privada y burlada la Ley de sus atributos no aplicable a todos.


Contribuís con vuestro beneplácito a que vuelvan a sus acostumbradas fechorías y si cabe con mayor saña. Sintiéndose prepotentes con la seguridad de continuar con su terror y otras malas artes. Conociendo que son respetados sus derechos humanos, aunque ellos no lo reconozcan a los demás. Se sienten fuertes e indestructibles sabiendo que pronto gozarán de plena libertad inmerecida, contribuyendo vosotros de esta forma al desprestigio de la Justicia en este País.


¿Y así es como administráis la ley rayando en lo injusto?. Perjudicando al pobre e indefenso ciudadano y favoreciendo a los asesinos de la vida, ladrones, estafadores, corruptos y todo lo más bajo y pútrido de la sociedad con benignas condenas.


¡Qué Justicia es esta!


¡Qué justicia es esta!
que a los culpables los favorecéis y a los inocentes los hundís.


En verdad os digo que muy pronto rendiréis cuentas de vuestros actos Aquel que es Juez y Soberano de ella.


El Eterno Mutante

Jacobo