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martes, 28 de octubre de 2008

EL DOLOR DE LA MADRE TIERRA


Tiempos Apocalípticos

En estos tiempos de verdadera locura donde el “Harbar” hace sus estragos, dando rienda suelta en los individuos que en sus neuronas la padecen, reflejándose en sus voluntades y criterios contra los ajenos e imponiendo con perversidad y maestría su santa voluntad en beneficio propio y en detrimento del resto.

Resulta difícil soportar esta dura carga sobre todo para quienes más la padecen, que son los ámbitos colectivos que menos culpa tienen.


Cada día se multiplica esta necesidad de los seres del mal, que por la fuerza quieren hacer comulgar con ruedas de molino su gran obra beneficiaria para la Nación, cuando en realidad es la más nefasta conocida desde que se instauró la democracia en España.

Son los llamados políticos y gobernantes de tres al cuarto, que ellos solos se eligen, para desangrar al pueblo con sus ineptitudes impuestos y malas artes. Balan como las ovejas y dan cocees como los asnos a diestro y siniestro sin importarles el dolor que pueden causar a los agredidos.



Se creen ser los gloriosos salvadores de la Patria. Los fervientes seguidores del poder, aferrándose al dinero propio y ajeno y con esta acción y resolución pasan al gremio del capitalismo tan necesario para poder seguir en su cargo permanente.


¡Si grandes del poder Mundial! Yo os acuso de ser los principales fomentadores y hostigadores de todos los males existentes en el Mundo: Guerras, pobreza, hambre, miseria, expoliación de los recursos de la Madre Tierra, en la que provocáis el cambio climático y los grandes desastres ambientales que luego repercuten y padecen los pueblos.


Por vuestra condición de mandamases os permite moveros con todo descaro e impunidad en los círculos mundanos, en los que os desenvolvéis. Pero viene el tiempo en que pagaréis vuestras culpas añadidas con creces y entonces será el crujir de dientes.


Las campanas ya suenan a muerte y destrucción para los reconocidos tiranos y mal hechores y entre ellos os podéis contar vosotros

¡Raza de víboras!.


El Eterno Mutante Jacobo