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viernes, 3 de octubre de 2008

¡ ATENCION NACIONES YA PODEIS PREPARAOS !


VARA DE HIERRO


PARA LAS NACIONES


A partir de ahora terrestres, podéis esperar todo lo peor.

El Señor gobernará con vara de hierro a todas las Naciones, sin excepción alguna.


Veréis “Su Divino Juicio” recaer en los hombres, animales y plantas, golpeando con mano dura y firme a todos los pueblos de la faz de la Tierra, junto con sus gobernantes: Reyes, príncipes, militares, jueces, religiosos, fieles e infieles, ricos, pobres, todos pasarán por su “Justicia” que ejercerá por voluntad del Padre, para que así, se cumpla lo que él ha designado y dispuesto a los seres de este Planeta hasta llevaros a una crisis seria de supervivencia.


Ha dicho Dios: “Me he arrepentido de haber creado al hombre, por su maldad, ¡yo lo destruiré!”


¡Vuestra existencia está seriamente amenazada! Por los valores inexistentes que habéis demostrado tener, fomentada por toda clase de obras negativas, perversas y malvadas, que con cínica desenvoltura y gran permisibilidad os habéis dejado seducir por la ciencia y las artes del “Príncipe de este Mundo”, escogiendo el camino de la perdición trazado por el Ángel de las Tinieblas, avanzando en él, con obsesiva locura por la senda del mal, hasta conseguir vuestra propia autodestrucción, así como, perseguir y codiciar los bienes de la Naturaleza con desmesurado egoísmo y desdén, logrando con suma finalidad un estado caótico y enfermizo de vuestra madre la Tierra, conduciéndola hacia un final de consecuencias inimaginables para el hombre y su entorno.


La Tierra está gravemente enferma, ya no da generosa los frutos buenos para la vida, ni os acoge amorosa en su seno; por causa de vuestra ciencia sin conciencia, permaneciendo ésta, en un serio y grave estrés permanente, durante tantísimos años, sin enmienda ni arrepentimiento hacia ella y con desprecio absoluto a las Leyes de Dios. Por eso la Justicia del Padre será tremenda e implacable hasta llevaros al límite y aniquilándoos por completo.


Siendo despojados de todos los bienes que se os había otorgado.

Seréis dolorosamente sacudidos y llevados al extremo total.

Desahuciados y desterrados de este lugar para no volver nunca jamás.


Así pues, quedaréis encadenados en un gran cúmulo de materia densa y arrojados a los infiernos de la “segunda muerte”. ¡Si terrestres! ¡Sí!, esta es vuestra recompensa merecida, que os habéis forjado con tanto ahínco en este destino final y sin cambios, ya que así lo habéis querido.


El Eterno Mutante.

Jacobo