Mirad como hoy llora la Reina Celestial vestida de dolor y llanto por sus hijos insensibles que se hicieron espinas para ofender a la rosa, Virgen gloriosa fuente de luz solar tienes por corona a doce estrellas y a tus pies la luna por pedestal. Reina y Señora que es justicia en no creer que tú, seas la Voz del Divino Verbo y habitáculo de la Luz
En vuestra festividad mandan rezar la oración de la más pura verdad, el "Ave María" con devota aclamación os llama gracia plena para no olvidarse un instante de vuestra interior bondad y beldad.
Un ángel de culpa libre quisiera deciros Señora, la plenitud de gracia que tenéis con vuestros hijos no hallados. De Adán el primer pecado no vino en vos a caer, ya es justicia el no creer en vuestra pureza y amor inmaculado pues esta voz de verdad tan crecida ha sido ultrajada, la misma gracia a voces pide que se le haga justicia.
De vos el Verbo Divino recibió el humano ser, muchas gracias merecéis por esta gran prerrogativa, en esta verdad tan crecida hizo de ella la fe y obró maravillas en un Ave María.
Se avecinan tiempos malos para tus hijos, pues vemos como están sus fuerzas de oír tanta mentira e injusticia. Haciendo arte y encanto de estos valores, viendo que se jura y se obra constantemente con toda impunidad y rebeldía contra el hermano. Una verdad tan jurada se va haciendo fidedigna hasta convertirse bálsamo para quien se presta a oírla; pero la fe y la cordura seguirá pidiendo justicia y amor, proclamándote Reina y Señora de Cielos y Tierra.
Con Amor Jacobo.