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martes, 11 de noviembre de 2008

COMO EN TIEMPOS DE NOE


Un Mensajero Celeste es

un Ángel de Dios


La Tierra es también llamada por nuestros hermanos cósmicos “Saras”, por ser el planeta de repetición de actos malvados y de acontecimientos parecidos.


En un pasado remoto el Patriarca Noé, tuvo unas revelaciones de Dios, que alertaban a la humanidad, de un gran castigo universal, sino se arrepentían de su forma de proceder con reiterados pecados diabólicos.


El Profeta al contemplar la visión apocalíptica se horrorizó y se puso en acción; divulgando a las gentes lo que tendría lugar en un futuro inmediato. Advirtiendo del Juicio de Dios y del “Diluvio Universal”.


Pero fue ridiculizado escarnecido y tomado por un chiflado o loco.


Entonces el Creador le dijo: construye un “Arca”, (Que quiere decir; lugar o sitio de encuentros concertados para las gentes temerosas de Dios) y reúne a todos aquellos que te han creído y poseen unos valores positivos, y que entren en ella para que puedan ser salvados por las naves celestes y trasladados a lugares seguros.


Debo deciros a todo esto, que nunca se construyó una embarcación grande de madera para la salvación de hombres y animales, como os han hecho creer algunas religiones; sino más bien fue un recinto de dimensiones considerables para refugio momentáneo de los que iban a ser salvados de las aguas por las Naves Nodrizas de nuestros Hermanos Superiores “Ángeles”.


Muchos, junto con sus animales y otros, fueron transportados e instalados y resguardados en las altas cumbres del Mundo. Cómo el Himalaya, Machu Picchu y en algunos puntos de la Cordillera Andina para su entera seguridad.


De ahí que existan construcciones piramidales con numerosos escalones para protegerse de la subida de las aguas y posterior bajada.

Así como el relato conocido de la suelta de aves para comprobar el nivel existente de éstas en los Continentes.

Con la vuelta de una de ellas, trayendo en el pico una ramita de olivo, pudieron conocer su descenso y así preparase para desplazarse hacia las llanuras fértiles y poder continuar su vida y reconstrucción de pueblos.


Si bien Dios, comunicó a Noé, que no habría otro Diluvio como aquél, con el que había castigado al género humano. Sin embargo le dijo, que si la humanidad se pervertía de nuevo, sería entonces azotada por el fuego y eliminada para siempre de la faz de la Tierra.


Y puesto que el hombre, tiene tendencia a repetir los hechos nefastos y nada constructivos. Hoy se encuentra en la misma encrucijada y con peores consecuencias y resultados que antaño. ¿Por qué? Porque la situación de sus acciones son más perversas y diabólicas que en el pasado. Siguiendo con fuerza la trayectoria del mal y con absoluta obediencia a Lucifer, continuando por el caminado de las tinieblas para gloria de Satanás.


Por lo tanto debe de esperar severas y mayores consecuencias que en aquel tiempo remoto. Y tener un final Apocalíptico infernal.


Hoy se dan las mismas condiciones de advertencias a la humanidad, invitándola a una seria toma de conciencia y arrepentimiento. Pero seguimos siendo rechazados e ignorados y lo que es peor tratados de alucinados, apestados o tomados por locos.


Poco ha cambiado la mentalidad del hombre hacia nosotros, “los mensajeros celestes” que continuamos como siempre estando entre vosotros, anunciando lo que está próximo a suceder; pero las gentes se lo toman a broma o con desdén, tachándonos de catastrofitas.


No obstante a pesar de esto ya habido quienes no han dudado en acoger nuestro mensaje con seriedad y plena conciencia, sirviendo en lo posible a desarrollar el programa de ayuda a quién lo pide y tiene fe en el Señor.

¡Como dice el Maestro! “Pedid y se os dará, llamad y se os abrirá”.


Es así como se obtiene el conocimiento y el privilegio de estar entre los llamados y elegidos. A los que no piden ni llaman no pueden obtener nada ni siquiera tienen la luz para poder reconocer la fuente de donde procede, pero sí tendrán la certeza de saberse ser vapuleados con toda severidad aunque no lo entiendan ni lo admitan.


Pues bien para éstos; verán, tocarán y sufrirán aquello que no aceptan como castigo. La sentencia ya está hecha por el Sumo Hacedor, sólo falta verse cumplida su realización para convenceros que es una evidente realidad.


¡Tened por seguro que pronto será!



El Eterno Mutante Jacobo