13 de Mayo Día de Fátima
13 de Mayo día recordado y triste, desvelándose el inicio de un tiempo grave para toda la humanidad el “Apocalipsis”
A través de una mensajera de amor “Nuestra Señora de Fátima” lo hizo saber con dolor y sufrimiento dando un mensaje, para que pudiera el hombre reformarse y no tuviera este penoso y duro final, pudiendo remontar éste, hacia la verdadera felicidad, para lo que fue creado. Pero su arrogancia y poca visión de los hechos le han conducido a su propia autodestrucción.
Si hubiera tenido en cuenta los consejos y advertencias de la Madre Divina que anunciaba las calamidades que el hombre atraía hacia sí, con su obstinada y pertinaz desobediencia, ofendiendo y desafiando permanentemente a Dios, causando su Divina Justicia, acelerando su intervención.
El hombre debía de haber puesto coto a sus acciones que le han llevado a una terrible encrucijada sin salida, evitando así, el tremendo castigo que tendrá lugar de aquí a no mucho, que será aún, más severo que en el Diluvio Universal. Por la maldad y perversidad acrecentada del hombre.
La humanidad ha rechazado las oportunidades dadas por seres superiores que le han aconsejado y advertido de no seguir por el erróneo camino emprendido, de ser así, no habría salvación posible.
A pesar de esto, el hombre ha continuado por el, dando la espalda a todo lo justo y necesario, revelándose a todo lo proveniente de Dios. Ha sido egoísta, cruel e insensible desafiando a su Creador.
Pero es verdad que la hora se acerca y ese día que la oscuridad de la perdición envolverá el mundo y la humanidad, extrañas nubes luminosas aparecerán en el cielo. Entonces llegará también la salvación para todos aquellos que se han vuelto disponibles para captar el mensaje “Del Cielo a la Tierra” operando y realizando los valores eternos de la Ley Universal y de la Fraternidad Cósmica.
A éstos está reservado el privilegio de ser recogidos y llevados a seguro para después reaparecer y repoblar la Tierra.
Para los impíos y los malhechores, para los partidarios del maligno y de la perdición, no habrá ninguna disponibilidad de salvación.
Entonces, cuando la Tierra será despojada de la cizaña y purificada de las escorias del mal y de la degeneración, los herederos del reino prometido gozarán del nuevo pacto y de la Ley Universal.
Entonces, el mundo será adornado de nueva luz y los dioses vivirán con los hombre en paz, con justicia y en amor, gobernados por el sabio monarca…