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viernes, 27 de enero de 2012

EN ESTA ULTIMA PARTE DE MI MISION……


En esta última parte de mi misión será para algunos un importante doctrinal para quienes han podido ver, oír y comprender. Soy consciente de haber obrado nuevamente como instrumento del Altísimo.

Nada de cuanto he creído necesario incluir en los escritos he omitido. Sin embargo tal vez por ello, se que unos se rasgarán las vestiduras, otros acudirán a los jueces de las ciencias positivas para condenar cuanto aquí he escrito, otros se mofarán. A cada uno su responsabilidad. También fue dicho: No arrojéis las perlas a los cerdos. Por esto me gustaría que los puros de corazón se encontrasen con amor, cada una de las palabras de los escritos, porque para ellos les ha sido dado el poder de comprender y también la capacidad de multiplicarse en la generación venidera.

Quien es hijo de la materia, es materia y quien es hijo del espíritu, es espíritu. Y fue dicho para esta hora precisamente. “Por sus obras los reconoceréis, porque un árbol bueno no puede dar frutos malos y un árbol malo, darlos buenos”. Desearía ardientemente que sobre ninguno de vosotros caiga la maldición que recayó sobre la higuera. Por lo demás quien deba ser lobo, sea lobo y quien es cordero no sienta temor, porque fue prometido: Ni un solo de sus cabellos perecerá. Y sabemos que el Padre acortará estos días en honor a sus elegidos porque sino nadie se salvaría-

Una vez más, quien pueda entender, entienda; quien pueda recibir la palabra y trasmutar la piedra alquímica. Bendito sea en el tiempo presente y venidero porque su nombre ya ha sido llamado.

Dice el señor: Amaos hijitos míos por mi felicidad y la vuestra. Mis queridos y pequeños parvulitos, yo os amo. Mi luz está en vuestra luz. Estoy próximo a vosotros y cada latido de vuestro corazón está vivificado por mi amor. Alegraos, alegraos, porque es verdad que muy pronto yo estaré con vosotros. Tened mi paz. “Amaos del mismo modo que yo os he amado.”

“Yo os he enseñado a hablar a las gentes y a despertar en sus conciencias la llama del amor. Haced esto y serviréis a la causa del Padre Creador. No perdáis vuestro tiempo precioso”.

“Mis enseñanzas están dentro de vosotros. Haced lo que os he indicado y estaréis en el justo sendero. Estáis en el mundo por voluntad del Padre y debéis predisponeros para servirlo, según la ley que el Cristo os dejó. Yo estoy vigilando a fin de que ninguno de vosotros sea disuadido. Tened discernimiento y no permitáis que las ideas inútiles os seduzcan. Escuchadme hijitos mío, escuchadme. El tiempo es breve y mi retorno está próximo.

” Que vuestro amor sea siempre una eterna aurora, una esperanza viva, insuperable, un continuo triunfo de la vida sobre la muerte. Así sea siempre vuestro amor. También vosotros hijitos míos, debéis vencer al mundo y salir a la luz de la eterna verdad. Comprendeos y amaros porque sois todos hermanos y hermanas en el espíritu. “Perdonad del mismo modo que yo he perdonado y no temáis nada porque es verdad que el ojo vigilante del Padre Misericordioso y justo está encima de vosotros y el Espíritu Santo es vuestra consolación,”

Tened mi paz y mi amor.

Un Servidor Jacobo