Virgen de
¡Madre! que fácil sería si todos se sintiesen liberados de las ataduras de los vicios de la carne y comprendieran que estos tiempos, son de una gran prueba, para todos los que te rechazan.
¡Madre Santa.! ¿Por qué el hombre se obstina en ser desconocedor de las leyes divinas? Cuando en ellas te llevan a la armonía y al bien supremo.
Tu madre eres el consuelo y el amor, que el hombre debería reconocer para su eterna salvación.
Un Mutante