Dicen algunos gobernantes; que vamos bien y que iremos a mejor dentro de poco. Yo les digo a éstos, que son falsas ilusiones de grandes mandatarios, que se resisten a admitir que eso no va a ser así, que por mucho, que lo quieran maquillar, todo lo que tienen entre manos va hacia una caída sin precedentes de proporciones incalculables de todos los valores existentes.
Muchos se obstinan en no aceptarlo y dan falsas promesas, con augurios de un buen porvenir para la sociedad, ¡que no está en sus manos proporcionarlo!. ¡Y más aún! cuando no han hecho nada por conseguir el bienestar común y solucionar sus primeras necesidades.
Todos vuestros sistemas de gobierno se derrumban estrepitosamente y nada podréis hacer por detener su caída, aunque tengáis, los más acérrimos defensores y vuestros más fieles y solícitos votantes en querer adoptar y trasmitir una idea de tranquilidad y bonanza.
Habéis hecho oídos sordos a todo cuanto os hemos dicho, para vuestro bien, y siempre vuestra respuesta y postura ha sido la del avestruz, así como, la de señalarnos y acusarnos de ser unos catastrofistas y locos viandantes. Cuando deberías haber puesto remedio, para que no se hubiera llegado a este final tan angustioso y traumático.
Sobrevivir en este tiempo, es una quimera, para todos los que estamos a merced de los desaprensivos, que sólo piensan en llenar sus bolsillos y sus estómagos. Ávidos de poder sin el más mínimo interés por solucionar los problemas de la sociedad.
Para ellos, no es importante el terrorismo, la delincuencia de todo tipo, y la carestía de la vida, y tantas otras necesidades más. Por consiguiente su mayor preocupación es el bienestar suyo, en detrimento de los demás. Sólo es importante el poder conseguir los mejores puestos y ocupar las bonitas y cómodas poltronas de oro a cualquier precio sin tener en cuanta lo más fundamental.
Vienen grandes cambios nada beneficiosos para muchos, que se han adjudicado el poder
No obstante, para todos aquellos que han seguido trabajando en la viña del Señor, nada tienen que temer, porque estarán protegidos por las huestes celestes. He de deciros, que para los no creyentes, que han menospreciando todo los valores positivos, será tremenda la angustia y el miedo, por lo que va acontecer.
Son tiempos no favorables para todos aquellos, que se atribuyen de ser grandes salvadores de la humanidad, presente y futura, tergiversado las leyes del Creador, y poniendo en practica los vicios más aberrantes, creando desesperación, odio y muerte.
Dentro de muy poco, tendréis vuestro merecido que os lo habéis ganado a pulso.
El Eterno Mutante