Traductor

viernes, 25 de enero de 2013

ESPAÑA DIRIGIDA POR GOBERNANTES CORRUPTOS

  España está dirigida y dominada por una casta gobernante que solo piensa en enriquecerse, en meter la mano donde no debe, en nutrir sus multimillonarias cuentas corrientes en distintos paraísos fiscales. Mientras la pobreza extrema sacude los hogares  de millones de familias.

La miseria asola en multitud de viviendas humildes y muchas personas no ven salida a sus gravísimos problemas, la falta de comida, los recortes sociales, suicidios, toda esta lacra infernal está diseñada por unos gobernantes diabólicos  que sólo piensan en destruir a toda una Nación a través de  un negro fascismo de muerte llevando lentamente el genocidio social de todo un pueblo.
Así son estos pandilleros, seguirán ganando e incrementado sus riquezas de oro entre sobres, evasión de capitales y privatizaciones con prebendas y favores a costa del padecimiento, miseria  y  hambre de muchos españoles. 

Esta nueva olimpiada del robo sacude cual maratón millonario los cimientos de un estado devastado, en manos de seres sin escrúpulos ni sentimientos. Les importa en lo más mínimo que haya niños desnutridos, los 15 suicidios diarios por razones económicas, los enfermos dependientes que se mueren por no poder pagar una ambulancia o una rehabilitación.

Todo funciona en negro, oscuro, tétrico, fantasmal, con una extraordinaria placidez, con la inquina salvaje de los que usan perfumes caros y se gastan los millones hurtados en diamantes para sus vicios, en mansiones gigantescas, en yates para pegarse las juergas a todo tren, en disfrutar a lo grande en la caza de elefantes con la espantosa “marca” de engaño que es promocionada esta Nación y vendida como que aquí no pasa nada, que todo va sobre ruedas, que nadie sufre y se suicida por perderlo todo, que los recortes nos ayudan a bajar de peso, a vivir con menos, a tener que pagar nuestras medicinas alegremente, los servicios esenciales que tanto nos han costado conseguir.

Por mucho que quieran maquillar la imagen del estado español en el exterior está altamente deteriorada, desde cualquier lugar se percibe el choriceo, los robos, los pelotazos, las corruptelas, la represión policial, el brutal empobrecimiento de la población y una fuerte pestilencia que emana de este gobierno de cuatreros millonarios.

No les importa el inmenso sufrimiento de la gente humilde y mandan a sus policías a rodear y proteger sus sedes, ordenándoles reprimir al pueblo que se manifiesta exigiendo justicia, pidiendo que encarcelen a los verdaderos ladrones.

Hoy el crimen organizado ya no pernocta en las cárceles, donde los hijos de los obreros cumplen largas condenas, víctimas de un sistema asesino, ahora la delincuencia viste bien, inunda de hedor los parlamentos y los palacios de la realeza, los lujosos despachos y carteras ministeriales, celebrándolo con costosas cenas, cócteles, regalos caros a gente de la peineta.

En cualquier prisión hay gente mucho más honrada que entre esta casta de la dolce vita que con sus coches oficiales, son los que miran de arriba abajo a la gente empobrecida, a los que consideran deshecho de la sociedad y les gritan  palabras malsonantes en un alarde faccioso que proviene de un odio de clase ancestral, contra quienes no tienen trabajo y hacen malabarismos para poder sobrevivir.

Pero yo os digo: que vuestros días están contados y vuestro destino señalado.
Yo os pregunto ¿De qué  os servirán vuestras riquezas si perdéis vuestra alma?
¿Os acordáis de las palabras de Aquél que vino a redimiros? Dijo: “Es más fácil que pase un camello por el ojo de una aguja a que un rico entre en el Reino de los Cielos”

Deberías de saber que dando mal por bien se recibe doble castigo. Dad y haced aquello que os gustaría que os hicieran  y recibiréis con creces  vuestra recompensa, mas  sino lo hiciereis se volverá contra vosotros. Esta es la ley que gobierna el Cosmos “Ley de Causa y Efecto”

¿Lo recordáis?

Dijo el Señor “No hagáis tesoros y riquezas en la Tierra donde la polilla y el orín corrompen y donde los ladrones minan y hurtan, mas haceros tesoros en el cielo donde ni la polilla ni orín corrompe… 

Jacobo