Pronto se desatará en vuestros gobernantes la locura de la autodestrucción, cuyos niveles no se han conocido jamás con tal medida de devastación y locura
Con desagrado y, necesariamente debemos advertiros una vez más del peligro que encierra el empleo de la energía nuclear para fines bélicos y deciros que nada podremos hacer para evitar que vuestro mundo sufra un duro golpe de naturaleza catastrófica y mortal. Si queréis que vuestro Planeta no se convierta en un cuerpo doliente de un lejano tiempo debéis abandonar de un modo definitivo y para siempre vuestros propósitos nefastos.
Nos duele afirmar que vuestros deletéreos experimentos nucleares que habéis llevado a cabo durante tanto tiempo os han llevado a esta situación de descontrol en todos los campos laborados, causantes de muchos males ya iniciados Las estaciones no son reconocibles, las temperaturas pasan de un extremo al otro, que os llevan a muchas enfermedades conocidas y desconocidas, poniendo en severo riesgo la salud de vuestro cuerpo. Las cosechas son escasas o malogradas debido a los bruscos cambios de estación, siendo las causantes de miles de muertes en el mundo por hambre, los polos se derriten… todo ello pone en peligro la supervivencia del hombre.
Si tuvierais el valor y la unión entre todos las habitantes de la Tierra en desterrar las armas de destrucción masiva que ahora más que nunca os hacen orgullosamente dañinos y morbosamente agresivos, todo sería posible.
Este mensaje que se ha dictado con tanto amor y no menos preocupación, es uno de los más sentidos que se ha trasmitido, dada la gravedad de los actos que os proponéis cometer.
Vosotros gobernantes y hombres de la ciencia, habéis elegido el camino más negativo. Sed cuerdos y responsables si queréis sobrevivir. Haced que no sea inútil la condenación celeste que os consiguió Jesús por gracias del Padre Creador.
Paz Jacobo