Hoy despertamos a la luz de un claro día con ansias de empezar con armonía y alegría un nuevo día, pues cual oveja asida a su Pastor en el camino del Señor. Hoy nuestro Salvador con su resurrección vino a darnos la vida, con tanto amor nos busco que su sangre derramó por librarnos del dolor y el castigo.
Bondadoso y compasivo Señor en tus hombros nos llevaste para ser rebaño de tu redil. Somos felices los que estamos a tu su lado, te adoramos y alabamos mil veces mil, y cantamos la dulce historia del que nos vino a salvar en esta tierra de flores mil.
En este Edén se oía el murmullo suave de las flores, cuan grande sorpresa oír, las flores decir mirándose y comparándose tristemente no podían comprender ¿Por qué eran diferentes? Con llanto desconsolado decía la rosa ¿Yo no se porque razón tengo qué tener espinas? Y se oyó una voz del cielo "Eres rosa con espinas porque así te creó Dios" Nunca mires hacia abajo ni tampoco alrededor; eleva tu rostro al cielo donde mora el Creador. Si el día en que te creó no te hubiese puesto espinas entonces no serías rosa; otro nombre tú tendrías. Piénsalo por un momento ¿Por dalia te cambiarías? ¿Margarita, lirio, nardo? Yo sé que no aceptarías.
En tu rostro puedo ver no más llanto, sino alegría has podido comprender que así Dios te quería.
Ahora sé que puedes ver lo que antes no veías; estabas tan ofuscada observando las espinas que nunca se te ocurrió mirarte en el lago un día.
¡Cuán sorprendida quedaste! Absorta, hasta confundida Viste en ti tanta belleza
que lloraste agradecida!
Quiero seguir siendo rosa; quiero ser lo que querías ¡Gracias mi buen Creador!
Tú sabías lo que hacías.
Con amor Tú me creaste, ¡Gracias por esas espinas! Al tallo dan fortaleza y yo permanezco erguida.
Te agradezco, Creador, haberme formado un día pues hoy sí que puedo ver
lo que antes no veía.
Con Amor
Jacobo