Ntra. Sra. del Pilar:
Patrona de España y de toda la
Hispanidad. Capitán General de los
tres Ejércitos venida en el mundo mientras aún vivía sobre un Pilar de
Luz que ella materializó para edificar el primer templo mariano de la cristiandad,
el 2 de enero del año 40 d.c. a orillas del río Ebro en presencia del Apóstol
Santiago testigo de su venida.
Madre con
todo mi cariño y devoción te invoco me des fuerza para poder terminar aquello
que empecé hace dos mil años, en esta tierra que tu escogiste para ser conocedora en los
principios del cristianismo y edificaran todos los valores que tu
trasmitiste con tu inmenso amor iluminando todo el cielo de tu gran
hermosura y bondad a este pueblo tan difícil de conformar. Muchos creen
firmemente tu venida en carne mortal a Zaragoza y sienten en sus espíritus tu
presencia en este lugar como algo único y especial, mostrando su devoción y
adoración a tu persona. Sin embargo el resto no tienen en cuenta el hecho que
tuvo lugar en esta tierra de María Santísima que quiso fortalecer y enriquecer
espiritualmente a estas gentes y a todas sus tierras.
Trajiste a
esta Nación desesperada con tu viva presencia Reina de la
Hispanidad el amor y el saber por
medio de tu hijo Jacobo que esperaba al pie del Río Ebro tu visita para aliviar
su cansancio y el rechazo a la obra redentora que él portaba por querer de tu
Hijo Jesús, para el bien de todos tus hijos del lugar. Con el trascurso del tiempo los
valores se han ido deteriorando y degenerando, desviándose hacia rumbos
insospechados de negatividad, desintegración para su propia y total perdición.
Mi espíritu
me trae nostálgicos recuerdos de aquellos días que evangelicé estos pueblos tan
difíciles de hacer suyo el mensaje de Cristo, donde hallé tu consuelo ante el
rechazo tan desolador que el hombre me daba, infundiéndome y dándome tu aliento para
seguir el camino que el Maestro me había trazado y mostrado.
Madre
querida eres la flor más bella del Cosmos. Dicen que en Valencia,
Barcelona hay también bellas flores pero en el Pilar hay una, que vale más que
todas. Tu inmensa bondad sembró por caridad la tierra baldía brotando la
fe en tu cercanía y te conocieron los que en nada creían y rasgo el velo de tu sabiduría.
Hoy y
siempre Señora y madre mía serás la luz y el amor que brilla en todos los
cielos del Planeta Tierra. Eres grande en tu bondad y sabiduría por eso te eligieron
Reina de Cielos y Tierra.
Tus hijos mensajeros venidos de las estrellas están en este valle de lágrimas sufriendo
por una humanidad soberbia que te hiere constantemente y rechaza el
Mensaje de Aquél que quiso por voluntad del Padre, Redimir al Mundo; Tu voz se
hace oír con palabras sencillas y humildes para la salvación del
género humano. No obstante no atiende a razones sembrando maldad, convirtiendo
el fruto en amargo. La tierra se cubre de un manto árido y en su suelo
escasea la semilla fructífera para volver a repoblar un nuevo Jardín del
Edén
Madre te
hiciste libre para servir a Dios con valentía y en tu cuerpo encarnaba la
futura agonía del martirio que tu hijo sufriría.
Fuiste
Madre de amor desde aquel venturoso, único día, transformado en dolor
para ti, pues latía en tu fiel corazón la profecía para la redención de todos
tus hijos.
Benditas
seas por siempre Flor y Estrella del Universo ¡Benditas seas!
Con amor tu
hijo Santiago