LA VERDAD.
La llama de la verdad ha prendido dentro del pecho de aquellos hermanos obedeciendo sin pensar en las consecuencias revelando cuanto
han visto y oído por innata veneración a la VERDAD al Padre Creativo y a
Cristo.
Estas almas sedientas de Paz, de Justicia y de Amor, han tenido el coraje de
señalar al Anticristo y convertirse con humildad y sacrificio en la “Llama
Crística” y ser instrumentos conscientes de la voluntad Divina.
Ha sido, es y será para siempre en la Tierra y en el Cielo
nuestra incondicional veneración por Aquél que vive en purísimo espíritu y que
está en el germen de toda cosa y en el corazón de toda criatura, en la luz de
todo planeta, en el esplendor edificado de todos los Soles. En la inmensa
armonía de los Universos y en todo aquello que vive en EL y por EL en la Eternidad.
En verdad afirmo que en todas las almas que son y serán esta
realidad nunca podrá morir.
Se que el “Padre
Creador es el Genio Eterno” Infalible
Arquetipo de todo. EL mismo es
Dios y se manifiesta y vive en si mismo, su divino amor creador, y que su alma es Cristo y que todas las
criaturas del Cosmos son almas de su alma, hálito de su respiración, luz de su
luz, amor de su amor proyectadas en el tiempo y en el espacio.
Sé que Dios más que nunca se está revelando al hombre. Ni siquiera habéis podido creer en EL. Se ha apresurado a mandar sobre la Tierra como palomas los
hijos de la llama de amor, los "seres hermanos dioses" que le sirven, porque le
aman verazmente, le veneran, le adoran y le obedecen desde tiempo inmemorial
El poder y la sabiduría del Padre Creador, se manifiesta
ya en mil formas para preanunciaros que el tiempo predicho en su divino
designio es este.
Ahora solo queda esperar vigilantes como el águila, mansos
como corderos y radiantes como el Sol de la Verdad, el nacimiento de una aurora
que traerá a esta doliente humanidad, el retorno del genio y del poder de Dios
en el Hijo del Hombre. Cristo.
En esta ansiosa espera permaneced serenos en el reflejo de la virtud y en la crística conciencia de los hermanos del Cielo
Paz Jacobo