Noviembre: Entramos en uno de los meses mas destacados para España donde cabe todo lo posible, ya sea para bien o para mal.
Es también queridos terrestres el mes que se conmemora el recuerdo a vuestros difuntos cuyo día señalado pertenece al número dos, asignado a vuestro Patrón de España. El Apóstol Santiago al cual por voluntad celeste es el Ángel de la Muerte, cuya función es el de velar y guiar a éstos, en el camino del más allá. Guardián del Pórtico de la Gloria, pesador y medidor de las almas en su transición y destino. Así como es el de hacer cumplir la Justicia del Padre, manifestando el poder que le ha sido otorgado, como el Ángel Exterminador en la Gran Batalla Final.
Muchos de vosotros estáis ya en el umbral de un tiempo nuevo, unos para bien y otros para mal.
Estamos aquí y ahora avalando las Parábolas del Maestro que advirtió de aquello que sucedería sino modificabais vuestra forma de actuar hacia un correcto comportamiento. Predijo cuanto iba acontecer por vuestra irresponsabilidad en el tiempo venidero. Así como dijo “El tiempo Pasará pero mis Palabras no Pasarán” Pues bien este es el tiempo en que él se ha reservado para este fin.
Mi labor como Apóstol ha terminado y empieza ahora otra nueva etapa más severa y definitiva, que es la de pedir vuestras cuentas y rendirlas a Dios. Será duro para todos aquellos que no han querido escuchar el reclamo de los amorosos consejos dados y correctas advertencias puestas a vuestro servicio. No habrá escapatoria para ellos en el camino trazado de dolor, llanto y crujir de dientes que les espera.
¡Veréis que sorpresas os aguardan Mandatarios y Jefes de Estado!. No podréis detener lo que se os viene encima por todo lo que habéis hecho, consentido y sostenido . Habrá gran perturbación en toda la Nación, incertidumbre y pesadumbre.
Pena y dolor en la Casa Real por seguir el juego a quienes no debían de favorecer por su maldad y corrupción, prestándose a sus maquiavélicas formas de actuar y pensar contra los indefensos, desvalidos y contra este País que han dividido, roto, expoliado y saqueado .
¡Veréis que sorpresa! ¡Veréis que sorpresas! Os lo dice quien os preparó en la Verdad y el Conocimiento en Cristo Nuestro y Señor Rey del Universo.
Jacobo o Santiago
