Traductor

lunes, 24 de septiembre de 2012

DICE EL SEÑOR


                                     

El tiempo de los grandes acontecimientos se acerca cada vez más,  muchos de los hombres parece que no se han enterado, ni lo tienen en cuenta de que Dios se ha arrepentido de haber creado al hombre y lo destruirá. Dice el Señor: “Me arrepiento de haber creado al hombre, yo lo destruiré”
Los grandes de la Iglesia y sus fieles servidores han afirmado desde siempre que Dios lo perdona todo y con ese erróneo mensaje han convencido a sus seguidores y devotos asistentes que lo necesario es asistir a una buena confesión;  porque a través de esta se logra la salvación.

En general la humanidad se ha confiado y apoyado en esa falsa creencia clerical, que les ha servido para dar rienda suelta a muchos desmadres y fechorías, creyendo que la confesión es la solución a todos sus problemas y han continuado por la senda equivocada pensando que serán siempre perdonados sus pecados, ya que estos insignes prelados  han asegurado que como Dios es amor no puede castigar a quienes  lo tienen merecido,  por tanto no pasa nada, uno se confiesa y aquí paz y después gloria.   Creando así a un Dios a su antojo y  conveniencia;  débil e injusto. Según estos eruditos personajes que se pavonean  de saber del conocimiento de Dios no puede haber castigo para sus hijos perversos aún siguiendo por el camino equivocado .

Sin embargo se han olvidado estos expertos, que ante todo él, es un Dios de Justicia y, por lo tanto se antepone al amor cuando no reaccionas por amor intervine la justicia,  ya que sin justicia no puede haber amor ni paz.

Tan difícil es comprender esta verdad para querer llevar a cabo lo injustificable, empecinándose  en hacer todo lo contrario para obtener lo no deseado que es la condenación eterna. ¡Tan difícil es seguir el buen camino!

Se que muchos de vosotros este discurso os resultará incomprensible porque después de tantos años sometidos a la ignorancia y engaño de LUCIFER,  se os hará difícil de aceptar  esta realidad,  ya que permanentemente se os ha dado una versión diferente a la original. El mal, dispuesto siempre a confundir al hombre para llevarlo a su redil. Esta falsa creencia tan arraigada en los pueblos cristianos por estos falsos profetas, seguidores de Satanás que han impedido ver y conocer la autentica verdad.
Las Leyes de Dios son perfectas y Justas y nadie puede replicarle.

Os recordaré algo del Maestro Jesús, dijo: ¡Orad en silencio en vuestra alcoba! "No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis”
 
“Yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá".

"Velad, pues, en todo tiempo que seáis tenidos por dignos y de estar en pie delante del Hijo del Hombre.

Para orar a Dios y pedir perdón es necesario pedir con humildad su perdón, siendo conveniente un lugar tranquilo y apartado  para dar respiro al espíritu y abrirse sinceramente de corazón al Padre y no caer en la misma tentación,  procurando avanzar por el buen camino y evitar en lo posible los errores cometidos.
Así es como se obtiene el perdón. Aunque a decir verdad existe la ley de causa y efecto y esta es muy exigente con uno mismo, pues todo lo que hagas o digas se vuelve contra ti para bien o para mal. Es la Ley inexorable del Cosmos que nadie puede evadirse de su férrea medida.
  
Con Todo el Amor Jacobo