VIRGEN DEL PILAR, MADRE QUERIDA
Madre de todas las razas que con tu visita honraste a esta tierra nuestra llamada España, tan difícil de entender y llevar acabo tu mensaje de amor y solidaridad.
Tú Reina del Cielo que con tu presencia te dignaste bajar a Zaragoza hace dos mil años, en cima de una columna de luz, que se convertiría en mármol para dar testimonio y fe del acontecimiento que tuvo lugar en el sitio para las generaciones futuras.
Te mostraste ante todos envuelta en una luz cegadora de inmenso resplandor, cerca del río, donde tu hijo Santiago llamado familiarmente Jacobo predicaba
Llevando varios días Jacobo predicando a estas gentes y sin resultado alguno, desalentado por las condiciones que tenía que afrontar sin hallar respuesta a sus deseos apareciste como bálsamo para darle ánimos y así poder desarrollar su total cometido .
Alentado por tu presencia siguió tus consejos recorrió toda la parte del Norte hasta a Galicia y finalizando en Cabo Finisterre llamado por entonces fin de
Hoy con el paso del tiempo se ha olvidado este Pueblo de gran parte del “Mensaje Aportado por Ti y tu hijo Jacobo", que tenía que haberse completado con los “Valores y los Deseos Celestes”.
Madre, se que tu pena es inmensa y que por mucho que festejen tu Santo Día, con emoción, alegría, y convencimiento de que todo lo que hacen es correcto ante tus ojos, No dejas por ello, de compadecerte por su destino final.
Tu hijo Jacobo