25 de Julio día del
Apóstol Santiago.
Yo Jacobo acuso al
Jefe del Estado y al gubernamental, a todos aquellos que siguen el juego del
camino de la BESTIA, portando la bandera de la injusticia, la corrupción, la
mentira, el odio, la tiranía, la posesión, la pobreza, la esclavitud, etc. como
líderes absolutos de dichos males. Sois culpables de haber llevado a España al
borde del precipicio, al desastre y a su total destrucción.
!OID! Gobernantes todos
e incluida la Casa Real, cada año me pedís que interceda y beneficie a esta
tierra protegiéndola de terroristas y de todo mal, que vosotros mismos
provocáis con el fin de exterminar al hombre en nombre de Satanás. Pues bien os doy plena garantía que vuestro
ruego será debidamente atendido, con toda prontitud. Yo el Ángel del
Apocalipsis os digo: que pronto muy pronto se cumplirá lo que tantas veces
habéis pedido con tanto ahínco e hipocresía para los indeseables. ¡Haciéndose así,
vuestra propia sentencia!
Ha llegado ya, el
tiempo de ser realizable para todos vosotros seres diabólicos, huestes infernales
del Anticristo.
Yo Jacobo, os acuso
de ser los causantes de todos los males que suceden en este País de miseria y
explotación que con tanto afán habéis
creado y aplaudido en beneficio de vuestro Señor Lucifer.
En verdad os digo:
que no habrá piedad para todos vosotros !seres malvados! !raza de víboras! “Raza de Caín”
seréis barridos para siempre del Camino de Santiago y puestos en el otro camino
en el que no queréis ir, donde yo mismo os conduciré, en ese lugar de llanto y crujir de dientes para toda la
eternidad. !Así es! y !así será!
Sin embargo para
aquellos que han seguido y cultivado en sus corazones la voluntad del Padre Creador,
no será lo mismo, sino que serán premiados, protegidos y tutelados, puesto que han
conservado y desarrollado los altos valores vibracionales, dejándose aconsejar por los 144.000 elegidos para entrar en las nuevas frecuencias; para éstos mis hermanos queridos, estaré con vosotros hasta el fin
de los días. Espero que permanezcáis atentos a la llamada de vuestros nombres y os mantengáis firmes en la fe y en la esperanza
de las promesas de Jesucristo, pues muy pronto, más pronto de lo que podáis
imaginar seréis elevados en las nubes al encuentro del Señor.
Paz Jacobo